top of page
Publicar: Blog2_Post

Cómo regresar al trabajo después de una pérdida


Cuando una persona tiene un problema emocional derivado de la pérdida de un ser querido ¿qué es lo primero que debe hacer en cuestión laboral?

Lo primero que se tiene que hacer ante una situación así de incapacitante es dirigirse a Recursos Humanos del lugar de trabajo, o en su defecto con algún compañero de confianza que cumpla el rol de “Embajador” y lo represente con su jefe y compañeros de trabajo.

Después de esto, se tiene que atender la pregunta nada fácil del tiempo conveniente para regresar al lugar de trabajo. Desafortunadamente, la respuesta a esta pregunta en parte depende del trabajo de la persona. Si se tiene la posibilidad de decidir, ya sea por un trabajo flexible, si se es dueño de un negocio, o si existe una relación favorable con los jefes en el trabajo, en general se recomienda regresar a trabajar por lo menos después de 5 días de descanso por duelo, y quizás no más de 2 semanas (es conveniente regresar a la rutina). Sin embargo esto puede variar dependiendo de cada caso y de cada persona. Algunas personas dirán que regresar al trabajo les ayuda pues la rutina les permite estructurar el día, otras que pueden sentir que regresar es lo único que los estabiliza, que les da una razón por la que levantarse en la mañana y continuar hacia adelante. Sin embargo esto no es así para todo el mundo; para otras personas la idea de regresar a su lugar de trabajo supone una pesadilla, concentrarse en las cosas les resulta imposible, el ambiente de trabajo lo sienten abrumador, incluso muchos dejan de ver ningún sentido en continuar trabajando. Otra alternativa es regresar al trabajo “parcialmente”, por ejemplo 2 o 3 días a la semana, o solo medio tiempo. Sin embargo, nuevamente, estas opciones dependerán del lugar de trabajo.

¿Qué pasa cuando es necesario regresar al poco tiempo al trabajo? Lo más que se puede hacer es implementar estrategias para suavizar la transición difícil de regresar a trabajar.


¿Cómo estar preparado para la interacción con compañeros de trabajo que probablemente hablen del tema?

Ver a los compañeros de trabajo necesariamente va a ser difícil. Es de esperar que cada uno de ellos haga preguntas o comentarios al momento de encontrarlos. Es inevitable la conversión de “lo lamento mucho, ¿cómo estás?, ¿cómo te sientes?”. Y puede ser agotador y desgastante hablar del tema una y otra vez con cada uno (a pesar de que es preferible que recibir indiferencia de los demás).

  • Dejar que los otros ayuden. Una solución es asegurarse que los compañeros de trabajo estén enterados de lo sucedido antes de su regreso. Puede apoyarse en RH o en un compañero de confianza o “Embajador”, que se encargue de notificarle a los compañeros. También es una opción reunirse fuera del lugar del trabajo antes de regresar, de modo que todos estén más conscientes de la situación y ya no sea necesario tocar el tema constantemente (cada vez que se encuentra a alguien). Si no existen los ánimos para organizar una reunión, de nuevo, RH o un “embajador” pueden ser de mucha ayuda.

  • Existe la opción de no hablar del tema si no se quiere. Aunque hablar del tema y recibir apoyo de la gente alrededor es positivo e importante para asimilar la pérdida o el problema, también es totalmente una opción no hacerlo hasta que se sienta que es el momento adecuado.

  • También se puede ayudar a los compañeros de trabajo a entender el duelo (o la situación personal). Y nuevamente, esto no tiene que ser el trabajo de la persona en duelo. RH y el “embajador” pueden encargarse de compartir cierta información con los colegas, para que sepan que esperar. Esto ayuda a relajar la tensión en el ambiente de trabajo, ocasionada por el no saber qué decir o cómo actuar frente al compañero en duelo.


¿Cómo lograr concentrarse en las actividades laborales?

Intentar concentrarse en las tareas del trabajo después de sufrir una pérdida (o por problemas familiares) es un dolor de cabeza muy fuerte. Puede ser una pesadilla, sin embargo es uno de los síntomas comunes del duelo. ¿Qué hacer si no se puede retener información ni concentrarse?

  • El primer paso es hablar con el supervisor y decirles directamente lo mucho que se les está dificultando concentrarse en las tareas que le demanda el trabajo, solicitando así comprensión y apoyo.

  • Es necesario revisar varias veces si es necesario los trabajos realizados, incluso en tareas que no solían dificultarse antes. También puede solicitarse al supervisor o a un compañero de trabajo que lo apoye en revisar su trabajo. Es normal que la calidad del trabajo baje, es importante tenerlo presente y estar consciente que va a ser algo temporal.

  • Trabajar con una lista de pendientes puede ayudar mucho. Cosas que no se dificultaban antes, como tener múltiples tareas que hacer, ahora pueden volverse abrumadoras. Desde no saber por dónde empezar, a olvidar cosas, este tipo de fallos puede generar mucha frustración que se puede evitar. Hacer una lista de pendientes al iniciar el día enumerando cada una de las cosas que se necesitan hacer en orden de prioridad es muy recomendable.

  • Tomar descansos. Es recomendable realizar cualquier actividad que no esté relacionada con las tareas que realiza durante el día. Por ejemplo dar una vuelta, visitar a algún compañero de trabajo, hacer ejercicios de relación o meditación, o incluso escribir pensamientos.

  • No luchar consigo mismo. El proceso no es fácil. Es muy probable que existan pensamientos invasores durante cierto tiempo (semanas o meses) que interrumpan los esfuerzos de concentrarse y concluir el trabajo. Es importante quedarse un momento con estos pensamientos y no rechazarlos. Es recomendable escribirlos en un diario e incluso quedarse con ese pensamiento después del trabajo.

  • Tener paciencia. Los síntomas del duelo pueden durar cierto tiempo. En el trabajo tomará tiempo en recuperar la facilidad para controlar los pensamientos. Es importante aceptarlo y no luchar contra eso. Cuando evitamos pensamientos usualmente regresan con mayor intensidad.

  • Estar consciente que probablemente haya una pérdida de interés o pasión, o incluso de sentido para seguir trabajando. El duelo puede cambiar nuestras prioridades completamente. Es importante tener esto presente para evitar tomar decisiones radicales en el trabajo (como renunciar, por ejemplo).

Un punto importante que hay que tener presente es que, si bien retomar la rutina que supone el trabajo es necesario en algún momento, hay que tener muy claro que la recuperación no se trata simplemente de mantenerse ocupado o distraído. Adquirir nuevos hobbies, trabajar hasta tarde todos los días, enfocarse en el estudio de cursos o de una maestría, con la finalidad de llegar exhausto cada noche y dormir por fatiga, no es conveniente para superar adecuadamente el duelo (o un problema familiar).

Es importante no buscar evitar las consecuencias difíciles (e inevitables) que se siguen de un evento doloroso en la vida. Se recomiendan los siguientes ejercicios:

  • Enfrentar los sentimientos. Es importante dedicarle unos minutos todos los días a los pensamientos difíciles que asaltan la mente y que no son fáciles de pensar. Es importante comunicarse a uno mismo que confiamos en nuestras capacidades de lidiar con esto, por duro y difícil que sea. Ex

  • Expresar los sentimientos. Tener conversaciones con personas cercanas, aunque no sean del tema, que sean temas íntimos o importantes de la vida: esto hará que se mantenga viva y en pie una imagen del futuro (que a veces se diluye en la tristeza y el miedo). También recomendable escribir cartas.

  • No juzgar los sentimientos que llegan. Lidiar con el duelo no es fácil y no es conveniente exigirnos demasiado. Está bien si se siente odio, mucho enojo, con los seres queridos, con Dios (si es creyente). Está bien también reír o sentir momentos de tranquilidad o felicidad. El duelo es únicamente de la persona que lo sufre, y nadie puede saber mejor cuándo es momento de “superarlo” o dejarlo atrás.

En síntesis, si bien es aconsejable enfocarse en “hacer cosas”, no hay que descuidar estar en contacto con sus sentimientos y pensamientos.


¿Se debe separar la vida laboral y la emocional? ¿Cómo?

De forma general, se puede afirmar que no es recomendable tratar de poner una pared entre mundo laboral y nuestra vida emocional. Lo más conveniente es tratar de hacer un balance entre ambos, lo cual nos permite tener más control de cómo uno afecta al otro. Si en la mañana tuve problemas con mi esposa antes de entrar en mi trabajo, es conveniente simplemente no aplastar ese malestar y esos pensamientos, y poder darle un espacio a este malestar y tratar de asimilarlo. De lo contrario, al constantemente hacer a un lado los “problemas de la casa” aumentamos la posibilidad de que esos problemas cotidianos se hagan más grande e interfieran más en el futuro en la vida laboral. Lo mismo puede decirse de lo contrario. Si tuve un mal día, es recomendable no evitar hablar de estos temas en casa. Evidentemente, no se trata de resolver los problemas de casa en el trabajo, ni viceversa. Se trata de que haya cierta continuidad natural entre ellos yo-de-casa y el yo-de-trabajo.

En ese sentido, se puede decir que sí, es conveniente llevar los problemas de trabajo a casa, y viceversa. Sin entrar en detalles, de lo que se trata es de confiar en que tenemos las capacidades para resolver estos problemas, por lo que no vale la pena evitarlos.

1 visualización0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page